Todo el mundo ha experimentado ir a la tienda sólo a comprar pan y terminar regresando a casa con una gran bolsa de comestibles y gastos inesperados.
Generalmente el motivo radica en la falta de preparación.
Basta recordar tres reglas sencillas para aprender a controlar sus gastos en este tipo de situaciones.
En primer lugar, debes recordar que no debes visitar la tienda con el estómago vacío.
En este caso, querrás comprar tantos productos como sea posible.
También es importante hacer listas de compras para no perder el tiempo deambulando por la tienda buscando “algo rico”.
Por ejemplo, si necesita comprar ingredientes para chuletas, no debe ir al departamento de dulces.
Además, debes dejar de mirar las zonas de caja mientras esperas en la cola.
Es recomendable desviar la atención para que no tengas ganas de tomar chicles, chocolate o una bolsa extra de café.