Ahora no hay grandes problemas con el blanqueo: en la mayoría de los casos, el problema se puede solucionar con cualquier producto especializado de alta calidad.
Pero muchos recuerdan que las abuelas hacían la tarea sin costosos productos químicos domésticos.
En aquella época era muy difícil encontrar lejía de calidad, así que se conformaban con lo que tenían en casa. A muchos les interesará saber cómo las abuelas podían blanquear cosas sin lavarlas directamente ni utilizar costosos productos químicos domésticos.
Deberá preparar un recipiente espacioso: un recipiente grande o un cubo de metal clásico. Vierta tres cucharadas de cualquier polvo barato en el recipiente preparado. Se da preferencia a una composición destinada al lavado de manos. Introducimos también la misma cantidad de lejía y aceite vegetal.
Vierta agua hirviendo. Nos aseguramos de que nuestros componentes puedan disolverse.
A continuación presentamos cosas blancas. Es importante recordar que el método es seguro sólo para prendas confeccionadas con tejidos naturales.
Esperamos de 3 a 8 horas. Todo depende del grado de contaminación de la ropa. Después solo queda enjuagar las cosas. No es necesario ningún lavado (ni siquiera parcial).