A mucha gente le gusta decorar las mesas navideñas con piñas dulces.
Pero para que el producto sea realmente del agrado y sabroso, es necesario abordar seriamente el proceso de elección en el mercado o en la tienda.
Una fruta madura y de alta calidad debe tener un color amarillo-marrón. Es posible un ligero tinte verdoso. Si la cáscara está completamente dorada, significa que la piña está demasiado madura.
Las escamas deben estar limpias y uniformes.
Las hojas de la piña deben desprenderse fácilmente. Esta es una señal de una fruta madura. En este caso, el follaje puede ser verde, flácido o comenzar a ponerse amarillo.
No debes comprar fruta que esté dañada. Existe la posibilidad de que en este caso esté podrido.
También conviene prestar atención al olor a piña.
Si es fuerte y dulce, entonces esto es un signo de una violación de la integridad del caparazón.
Los frutos verdes no tienen olor, pero los maduros tienen un aroma agradable y sutil.