Contrariamente a la creencia popular, el color de un huevo de gallina no afecta su calidad ni su valor nutricional.
Sin embargo, los huevos marrones se diferencian de los blancos no solo por el color de la cáscara.
Los huevos blancos y marrones difieren no solo en el color, sino también en el grosor de la cáscara. En los marrones es más denso. Además, los huevos blancos tienen una cáscara más lisa.
Sin embargo, estas diferencias, al igual que el color de la cáscara, no están relacionadas con la calidad y el valor nutricional del huevo.
El color de la cáscara depende únicamente de la raza de gallina que puso el huevo.
Las gallinas blancas ponen huevos blancos, las gallinas moteadas ponen huevos marrones. También hay razas de plumaje blanco que ponen huevos de color marrón claro.