El acondicionador aporta a la ropa un agradable aroma, suavidad y frescura. Sin embargo, no todas las prendas se pueden lavar con acondicionador, ya que puede dañarlas. ¿Qué prendas no se deben lavar con acondicionador y por qué?
La ropa deportiva suele estar hecha de tejidos sintéticos como poliéster, nailon o spandex, que tienen propiedades que ayudan a eliminar la humedad y el calor del cuerpo, manteniéndolo seco.
Sin embargo, el suavizante de telas puede arruinar estas propiedades porque:
• llena los poros de las fibras, haciéndolas menos transpirables y absorbentes;
• deteriora la elasticidad y la forma de las cosas, haciéndolas menos aptas para la práctica de deportes;
• Promueve el desarrollo de bacterias y olores, ya que crea un ambiente favorable para su crecimiento.
Por eso, es mejor lavar la ropa deportiva sin acondicionador, así como sin lejías ni abrillantadores.
Las toallas son cosas que deben ser suaves, esponjosas y absorber bien la humedad.
Sin embargo, el suavizante de telas puede endurecer las toallas. Esto sucede porque el aire acondicionado:
• reduce el volumen y la esponjosidad de la toalla, haciéndola menos suave y agradable al tacto;
• deteriora la estructura de las fibras de la toalla, ya que dificulta que el agua y el detergente penetren profundamente en las fibras.
Por tanto, es mejor lavar las toallas sin acondicionador, así como sin cantidades excesivas de detergente. También se recomienda secar las toallas al aire o en secadora y agitarlas antes de secarlas.
La ropa de los niños es algo que debe ser seguro e hipoalergénico.
Sin embargo, el suavizante de telas puede hacer que la ropa de bebé sea peligrosa, dura y alergénica. Esto se debe a que el aire acondicionado:
• contiene sustancias químicas que pueden causar irritación, picazón, sarpullido o asma en los niños;
• deja una película sobre la ropa que puede rayar o irritar la delicada piel del bebé.
Por eso, es mejor lavar la ropa de los niños sin acondicionador, así como sin fragancias, colorantes ni lejías.