Las amas de casa no siempre pueden lavar los platos de inmediato. El procedimiento a menudo se pospone “para más adelante”.
Ahora imaginemos una situación: nos hemos quedado sin platos limpios, en cambio hay una montaña de platos sucios y no hay detergente.
Parecería que solo hay una salida: correr urgentemente a la tienda a comprar un nuevo detergente para lavavajillas.
¡Pero no te apresures! Puedes devolver la limpieza a tus platos sin necesidad de geles ni polvos especiales.
Puedes lavar los platos con sal de mesa simple. Además, necesitarás jugo de cítricos.
Enjuague los platos sucios con agua. Los platos que tengan numerosas gotas de agua deben espolvorearse con sal.
Además, los productos se deben espolvorear con jugo de limón.
Los platos se deben dejar así durante unos minutos.
Después de eso, solo queda limpiar los platos con una esponja limpia y agua corriente.
El resultado del procedimiento será la eliminación de manchas y placa visibles. Las placas volverán a lucir limpias y brillantes.
La desventaja del procedimiento es la necesidad de esperar hasta que el cloruro de sodio y el jugo de limón "funcionen".
Además, la limpieza no siempre es perfecta. Por lo tanto, si es posible, aún debes usar detergente.