A veces nos vemos obligados a comprar no aquellos productos de lavado que consideramos mejores y de mayor calidad, sino aquellos que tienen un precio atractivo.
No siempre pueden garantizar la calidad del lavado.
En tales casos, puedes hacerlos más efectivos.
Muchas amas de casa ya han apreciado las valiosas propiedades de la sal para resolver diversos problemas domésticos. Por tanto, también puedes intentar mejorar tu lavado.
Para ello, mezcla el polvo con unas cucharadas de sal. El efecto no te decepcionará. Después de un lavado de tan alta calidad, no será necesario utilizar acondicionador.
Este componente se encuentra con mayor frecuencia en las recomendaciones de lavandería. De hecho, los refrescos tienen un efecto muy poderoso. Basta añadir dos cucharadas al polvo para mejorar significativamente su calidad.
Pocas personas saben que las pastillas comunes para el dolor de cabeza ayudarán a lavar la ropa blanca. Se llevan varios trozos de aspirina a estado de polvo y se añaden al detergente para ropa.