Con el tiempo, la alfombra puede ensuciarse y perder su aspecto original. ¿Cómo devolverle frescura y limpieza a una alfombra sin utilizar productos químicos que puedan dañar sus fibras y provocar alergias?
Existe un método casero sencillo y eficaz que le ayudará a limpiar la alfombra de la suciedad sin productos químicos. Todo lo que necesitas es bicarbonato de sodio, vinagre y agua.
Antes de empezar a limpiar, es necesario agitar bien la alfombra y aspirarla por ambos lados para eliminar el polvo y pequeñas partículas de suciedad.
Luego debes mojar la alfombra con agua usando una esponja o un trapo. No es necesario mojar demasiado la alfombra, sólo mantenerla húmeda.
El siguiente paso es espolvorear bicarbonato de sodio sobre la alfombra. El bicarbonato de sodio ayudará a eliminar la suciedad de las fibras de la alfombra y a neutralizar los olores desagradables.
Distribuya el bicarbonato de sodio uniformemente por toda la superficie de la alfombra con un cepillo o con las manos. Deja la alfombra con el bicarbonato de sodio durante 15-20 minutos para que haga efecto.
Una vez que el refresco haya hecho efecto, debes lavarlo de la alfombra. Para ello, prepare una solución de vinagre y agua en una proporción de 1:3. El vinagre ayudará a eliminar los restos de bicarbonato de sodio y la suciedad, además de hacer que la alfombra esté brillante y suave.
Remoje una esponja o un trapo en la solución y limpie la alfombra en la dirección de la veta. Luego seque la alfombra con un paño seco para eliminar el exceso de humedad.
El último paso es secar la alfombra. Para ello, cuelgue la alfombra al sol o en un lugar bien ventilado.
No seque su alfombra en otras fuentes de calor ya que esto podría dañar las fibras. Espera hasta que la alfombra esté completamente seca y disfruta de lo limpia y fresca que está.
Ahora ya sabes cómo limpiar la suciedad de una alfombra sin productos químicos, utilizando ingredientes sencillos y asequibles.
Este método es adecuado para todo tipo de alfombras, pero se recomienda probarlo en un área pequeña de la alfombra antes de usarlo para asegurarse de que no dañará el color ni la textura.