Algunas personas creen que la carne debe lavarse antes de cocinarla para eliminar las bacterias que puedan haberse acumulado en el producto.
Otras amas de casa están seguras de que tal procedimiento no es necesario.
¿Pero quién tiene razón?
Los chefs experimentados dicen que realmente no es necesario lavar la carne.
Resulta que tal procedimiento sólo puede causar daño.
El caso es que al interactuar con el agua corriente, las bacterias no abandonan por completo el producto, y algunas de ellas se depositan junto con las gotas en el fregadero o incluso acaban en otros productos que se encuentran cerca.
Además, el contacto con agua caliente puede alterar la composición molecular de la carne.
Como resultado, un producto húmedo tendrá dificultades para dorarse en la sartén.
También hay que tener en cuenta que la carne no se lava ni siquiera antes de congelarla.
El frío destruye la mayoría de los microorganismos y el resto muere mediante el tratamiento térmico.