Luchar contra el polvo lleva mucho tiempo si no se hace según la ciencia, sino a la antigua usanza. Las amas de casa experimentadas se han dado cuenta de esto desde hace mucho tiempo y ahora realizan la limpieza en húmedo con menos frecuencia.
Este consejo te vendrá muy bien a aquellos que todavía están molestos al notar que el polvo vuelve a depositarse en los muebles nada más terminar de limpiar.
Sin productos químicos caros ni pociones en la cocina. Para aquellos que aún no lo saben, antes de limpiar, deben ir a la farmacia más cercana y comprar glicerina allí.
Saca el botiquín de primeros auxilios y coge un frasco de glicerina.
Pero antes de limpiar la superficie con una solución a base de este producto, elimine el polvo de la forma habitual: con un paño limpio y húmedo.
Después de esto, tome glicerina y aplique 3-4 gotas en un paño limpio y húmedo y limpie la superficie limpia con él.
Gracias a esto, se forma una fina película sobre los muebles, que los protegerá de la acumulación de polvo.
La limpieza en húmedo deberá realizarse con menos frecuencia.
Además, el producto es inofensivo para la piel de las manos, no deja marcas ni rayas en los muebles y es muy económico.
Antes de utilizar este producto en muebles de madera o antigüedades, debes probar la glicerina en un área discreta.