Algunas personas vierten agua caliente en lugar de fría en la tetera, pensando que así hervirá más rápido.
Te explicamos por qué esto nunca debería hacerse.
En primer lugar, el agua caliente está destinada a las necesidades domésticas e higiénicas, no a beber.
Hay muchas más impurezas nocivas en el agua caliente que en el agua fría. Los iones de plomo y la poliacrilamida son especialmente peligrosos.
En segundo lugar, cuanto más a menudo se vierte agua caliente en el hervidor, más sarro se vuelve.
Y cuanto más sarro haya en el hervidor, más tardará el agua en calentarse. Además, el hervidor eléctrico puede simplemente romperse debido a las incrustaciones.