Muchos fanáticos del té en bolsas tienen un hábito que estropea el sabor de la bebida.
Esto consiste en exprimir una bolsita de té en una taza. Te explicamos por qué debes abandonar este hábito.
Primero, simplemente puedes romper la bolsa y todo su contenido terminará en la taza.
En segundo lugar, es al apretar la bolsa que el té adquiere un sabor amargo.
Durante la preparación, los taninos contenidos en el té ingresan al agua en pequeñas cantidades, la mayoría de ellos permanecen en las hojas.
Al exprimir la bolsa en una taza, aumentas la concentración de taninos. Y no sólo amargan el té, sino que también manchan el esmalte de los dientes.