Para blanquear el tul no es necesario utilizar detergentes caros. Los productos caros no siempre podrán refrescar el color del material amarillento.
En su lugar, simplemente remoja el tul antes de lavarlo. Disuelve en agua un ingrediente que tengas en la alacena de tu cocina.
Uno de los mejores medios para blanquear el tul es la sal de mesa.
No solo eliminará las manchas, sino que también dejará el tul blanco como la nieve.
Primero, agregue 5-7 cucharaditas de sal a 5 litros de agua tibia. Revuelve el líquido hasta que los cristales se disuelvan por completo. Luego remoja el tul en agua con sal durante unos 30 minutos.
A continuación, mete el tul en la lavadora y lávalo según las recomendaciones del fabricante.
No sólo la sal puede devolver el color al tul blanco. El bicarbonato de sodio también funcionará.
Además de devolverle a la tela su color blanco, este método también suavizará el material. El método es muy sencillo, pero requiere paciencia.
Llena la tina con suficiente agua para sumergir completamente el tul. Luego vierte 200 gramos de refresco en el baño.
El remojo debe continuar durante varias horas; de lo contrario, es posible que el producto no funcione. A continuación, lava las cortinas en la lavadora con polvo.
Si no tienes tiempo para remojarte, puedes usar bicarbonato de sodio de manera un poco diferente.
En lugar de remojar el tul en la bañera, colóquelo en la lavadora y vierta bicarbonato de sodio y detergente directamente en el compartimiento del detergente para ropa.
No agregue suavizante de telas. Esto hará que el tul sea desagradable al tacto y será más difícil alisarlo.