Para que los huevos no causen daño, sino solo beneficio, es necesario poder elegirlos correctamente y comprobar su frescura.
¿Cómo comprobar la frescura de los huevos de forma rápida y eficaz en tienda o en casa?
En la tienda puedes comprobar la frescura de los huevos utilizando varios criterios.
Fecha de producción. Hay una marca en el paquete que contiene información sobre la fecha de fabricación y la fecha de vencimiento. Los huevos tienen una vida útil de treinta (30) días desde su producción.
Integridad de la concha. Las cáscaras de los huevos no deben estar agrietadas, astilladas, manchadas ni sucias. Los huevos dañados pueden estar contaminados con bacterias.
Forma y posición del huevo. El huevo debe tener una forma ovalada regular, sin deformaciones ni abultamientos. Si el huevo tiene un extremo romo elevado, entonces no está fresco. Si el huevo rueda fácilmente por la superficie, entonces tampoco está fresco.
En casa, puedes comprobar la frescura de los huevos utilizando los siguientes métodos.
Inmersión en agua. Si pones un huevo en agua, puede comportarse de manera diferente. Un huevo fresco quedará horizontalmente en el fondo del agua. Un huevo rancio se elevará con el extremo romo hacia arriba o flotará hacia la superficie.
Evaluar el estado de un huevo rompiéndolo en un plato. Cuando se rompe un huevo en un plato, se puede analizar en función de su apariencia.
Si el huevo está fresco, tendrá una yema convexa y la clara será viscosa y envolverá firmemente la yema.
Por el contrario, un huevo rancio tendrá una yema plana que se esparcirá por todo el plato junto con la clara líquida.
Los huevos son una fuente importante de nutrición para nuestra salud, por lo que debemos poder comprobar su frescura y calidad.
Para ello, puedes utilizar métodos sencillos y eficaces que te ayudarán a evitar comprar o comer huevos podridos.