Para los habitantes de la ciudad, la cuestión del almacenamiento de verduras en invierno es quizás la más importante. En este sentido, ayuda tener un garaje y un sótano, un sótano o, en casos extremos, un balcón.
Si las patatas se pueden esconder de forma segura en un armario debajo del fregadero de la cocina, entonces este truco no funcionará con el repollo.
El almacenamiento de repollo requiere condiciones especiales y definitivamente no a temperatura ambiente.
Si no hay sótano ni garaje, la mejor opción es un balcón acristalado y aislado.
En este caso, bastará con meter las coles en cajas o cajones.
Es necesario controlar la temperatura del aire para que las cabezas de repollo no se congelen, de lo contrario la cosecha se pudrirá.
Antes de empacar el repollo en cajas, debe envolver cada cabeza de repollo en papel o en varias capas de film transparente.
En este caso no queda más que meter el caldo de verduras en el frigorífico.
La opción no es la más exitosa desde el punto de vista de que las voluminosas cabezas de repollo ocupan mucho espacio.
Y en este caso, debes envolver cada cabeza de repollo en una película adhesiva.
De esta forma la verdura durará más y las hojas no se marchitarán.