Cómo lavar una aspiradora: ¿no lo sabías?
El hecho de que una aspiradora haya sido diseñada específicamente para limpiar no significa que el aparato en sí no necesite limpieza.
Por ejemplo, se debe poner en orden una aspiradora cada vez que se haya limpiado la casa.
El mantenimiento significa que debes verter el agua restante después de la limpieza, enjuagar el compartimento (no está de más añadir un desinfectante) y luego limpiarlo o dejarlo secar.
Compartimos un truco útil: para eliminar absolutamente todas las motas, utiliza un cepillo para platos que tenga un mango largo y cómodo y una cabeza curva con cerdas.
No solo es necesario limpiar el recipiente, sino también los filtros: los de gomaespuma se pueden enjuagar con la adición de jabón líquido y luego dejar secar, y el ama de casa recomienda limpiar los filtros finos con agua corriente (a diferencia de los anteriores, no todos vez, pero al menos cada tres veces).
Pero eso no es todo: si eres un auténtico amante de la limpieza, no ignores las boquillas y los tubos del aspirador.
Si no tienen piezas electrónicas, estos “repuestos” se pueden remojar en agua caliente con jabón una vez al mes y luego lavar con un cepillo de mango largo y una esponja.
Y, por supuesto, no olvides limpiar la superficie de la aspiradora del polvo acumulado con un paño de microfibra.
