A veces nos encontramos con este problema porque en el momento de la compra los zapatos parecen quedarnos bien.
Una vez que te pruebas los zapatos en casa, pueden aparecer sorpresas desagradables.
Sin embargo, la tarea no es tan difícil de afrontar.
Los productos de cuero son bastante fáciles de estirar hasta alcanzar el volumen necesario.
Existe un método probado que nuestras abuelas utilizaron activamente. Es el siguiente. Tendrás que coger un periódico, arrugarlo y añadir un poco de agua.
El papel debe estar sólo ligeramente húmedo. Luego lo enviamos a los zapatos y esperamos varias horas.
Pocas personas conocen este método, pero es bastante eficaz. Se recomienda tratar el interior del calzado con una pequeña cantidad de aceite de coco.
Debes prestar atención a las zonas más incómodas.
Existe otro buen método que te permitirá “asentar” tus zapatos en poco tiempo. Será necesario utilizar un secador de pelo para tratar las zonas más incómodas.
El tratamiento térmico se realiza durante medio minuto. Luego esperamos y repetimos nuevamente.