Cualquier bolsa de color claro, independientemente del material del que esté hecha, tiene un inconveniente importante: la suciedad se nota inmediatamente.
Y si limpiar un producto de tela no es difícil (solo hay que tirarlo al tambor de la lavadora), entonces con las cosas de cuero la situación es mucho más complicada.
Pero no se apresure a enojarse de antemano: existen muchas herramientas que pueden hacer frente a tal tarea. Hoy te contamos los cinco más poderosos.
Si quieres que tu bolso de piel brille y además quede suave al tacto, frótalo con un algodón empapado en aceite. Además, este producto puede proteger la piel de microfisuras y arañazos.
Si algunas áreas de la bolsa se vuelven brillantes, use una mezcla de leche y refresco para revivirlas. Una vez que se complete el procedimiento de limpieza, limpie la bolsa con glicerina o vaselina.
Un producto farmacéutico tan conocido como el peróxido de hidrógeno se encargará de eliminar manchas y marcas de grasa con gran éxito.
El producto, que se utiliza habitualmente para la higiene bucal, ayudará a que la bolsa recupere su blancura. Tenga en cuenta: solo es adecuada la pasta blanqueadora sin aditivos.
También puedes deshacerte de la suciedad con una goma de borrar, que los escolares utilizan para borrar un simple lápiz. Lo principal es que el elástico es blanco; los de color pueden añadir rayas.