Después de la cosecha, surge la pregunta apremiante de cómo conservar la mayoría de los cultivos durante el otoño y el invierno.
Las personas que tienen un sótano o al menos una despensa con un régimen de temperatura adecuado no se sienten desconcertadas por este problema.
Pero no todo el mundo tiene tanta suerte.
Si un veraneante no tiene bodega, esto no significa que pueda despedirse de la cosecha.
En primer lugar, vale la pena señalar que solo se almacenan bien las verduras que se recolectan de manera oportuna y se logran secar adecuadamente antes de la cosecha.
Después de eso, se recomienda abastecerse de bolsas de papel para su almacenamiento. Son ideales para cebollas.
Vierta harina normal en el fondo (puede usar la más barata) y agregue la cebolla. Puedes volver a espolvorear harina entre las capas de verduras.
También vale la pena “aderezar” con una capa de harina por encima.
Gracias a este truco tu cosecha de cebolla no corre peligro. No perderá sus propiedades nutricionales, no se pudrirá ni brotará.
Además, esto te permitirá no notar la ausencia de bodega.