Digan lo que digan, cualquier prenda blanca cambia de color durante el uso y se vuelve gris tierra o beige sucio.
A pesar de que quizás una de cada dos amas de casa se haya encontrado con este problema, no todas conocen el método que ayudará a solucionarlo.
Lo importante es que después de esto las cosas no emitan el repulsivo olor a “Blancura” o cualquier otra lejía que contenga cloro.
Y esto no es sorprendente, porque para blanquear las cosas no se debe usar más que el conocido peróxido de hidrógeno.
Es cierto que necesita otro remedio bastante oloroso: el amoníaco, pero el olor a amoníaco desaparece con la suficiente rapidez.
Pero no nos andemos con rodeos, sino que le digamos rápidamente lo que hay que hacer.
Llena un recipiente adecuado con 2 litros de agua tibia y vierte 1 cucharada de amoniaco, 2 cucharadas de peróxido y, después de remover todo, agrega otras 3 cucharadas de sal.
Use la solución resultante para un remojo de 2 horas y luego lave las prendas como de costumbre.