Muchos diseñadores que dan consejos sobre el diseño de cocinas recomiendan tirar el mantel de hule a la basura y sustituirlo por un moderno "vidrio flexible".
Motivan su decisión por el hecho de que el hule, aunque protege la mesa de la suciedad, rayones y otro tipo de problemas, no decora en absoluto el espacio.
Sin embargo, en la práctica resulta que esta solución tiene más desventajas que ventajas.
Según las amas de casa que han sucumbido a las influencias de la moda, el "vidrio flexible" ha aumentado su pegajosidad.
No importa cómo limpie la superficie de la mesa, sus manos seguirán pegándose a dichos productos. Además, las manchas del trapo siempre quedan en dicha superficie.
La segunda desventaja es que ni siquiera deberías pensar en mover algo que esté sobre una mesa cubierta con un mantel de silicona.
Finalmente, con el tiempo, el “vidrio flexible”, por alguna razón inexplicable, comienza a “ir” en oleadas.
Por lo tanto, a pesar de toda la investigación, la mejor solución para muchas amas de casa sigue siendo un hule o un mantel de lino común y corriente, elegido con buen gusto.