Mucha gente está familiarizada con esta desagradable situación: abrimos un armario y un olor desagradable nos “ataca”.
Esto indica que no estás cuidando los muebles correctamente.
Para que la situación no vuelva a ocurrir, es necesario conocer tres reglas sencillas.
Es bueno tener un cesto aparte para la ropa sucia: aquí es donde guardamos las cosas después de usarlas. Si colocas ropa con un olor notablemente desagradable en tu armario, tus otras prendas también pueden verse afectadas.
Mucha gente piensa que es necesario limpiar el armario con demasiada frecuencia para evitar olores desagradables. Esta es una idea errónea. Una limpieza cada tres meses es suficiente.
Primero, diluye un par de cucharadas de vinagre en agua y limpia cada centímetro de la superficie del mueble. Luego disuelve un par de cucharadas de refresco en un recipiente aparte y realiza el mismo procedimiento.
Todo lo que tienes que hacer es limpiarlo con un paño limpio y húmedo y esperar a que el mueble se seque solo.
La forma más sencilla de darle sabor es utilizar jabón común. Es necesario enviar una pieza a cada estante.
Para que el método sea menos costoso, conviene comprar jabón más barato.