Lavar los platos no es la tarea más placentera. Pero se puede simplificar.
El peróxido de hidrógeno y el bicarbonato de sodio son ayudantes indispensables para cualquier ama de casa.
Una pasta hecha con estos componentes le ayudará a eliminar fácilmente las manchas de grasa rebeldes en las tapas de ollas y sartenes.
Además, cabe destacar que esta pasta limpia perfectamente la cristalería: elimina la placa de vasos, platos, ensaladeras, pero también los hace más brillantes.
Basta con aplicar el producto durante 10 minutos y luego limpiar la superficie de los platos con una esponja.
Si hay lugares de difícil acceso, conviene utilizar un cepillo de dientes para limpiar.
A menudo se puede observar mucha suciedad en la unión del borde metálico y la tapa de cristal. Una vez que la grasa se haya ablandado, puedes limpiarla con un palillo.
Al final del procedimiento solo queda enjuagar los platos y secarlos.