Si sucede que no te bastaron un par de cucharadas de mermelada y los restos del manjar quedaron inutilizables, no te apresures a deshacerte de ellos.
No importa qué tipo de dulce tengas a tu disposición: fresa, frambuesa o grosella negra: cualquier mermelada servirá para despedirte de las insolentes moscas que se han sentido dueñas en tu casa.
Para ello, tendrás que empezar a fabricar una trampa para los molestos insectos.
Se hace en poco tiempo.
Para empezar, abastecerse de una botella de plástico de 1 litro. Con un cuchillo, debes cortar la parte superior del recipiente.
Vierta la misma mermelada vieja en el fondo de la botella (también es posible fresca, si no le importa).
Asegúrate de que la masa dulce cubra completamente el fondo.
Ahora inserte el cuello cortado en la botella de modo que el corcho (por cierto, debe quitarlo) quede hacia abajo.
Ya solo queda pegar los bordes de la botella con cinta adhesiva y ya está listo el dispositivo letal para las moscas. De esta forma los insectos zumbadores no tendrán vías de escape.