No todos los apartamentos ni todos los lugares de trabajo tienen aire acondicionado, tan necesario cuando hace calor.
Pero si pones un poco de imaginación, no te resultará difícil refrescar tu salón en una tarde calurosa. En este caso, los costes serán nulos y ni siquiera será necesario un ventilador.
Dicen que este truco ha sido ampliamente utilizado durante mucho tiempo por los habitantes de los países cálidos.
No es necesario comprar ventilador ni persianas enrollables. Bastará con colgar en la ventana un trozo de tela empapado en agua fría.
Incluso puedes utilizar una sábana normal. El color no importa.
El truco es que la tela húmeda bloqueará la luz del sol, mientras que la humedad se evaporará, refrescando y humedeciendo el aire de la habitación.
Como último recurso, puedes cerrar las cortinas y mojarlas con un atomizador.
Lo mejor es utilizar materiales de algodón u otros que absorban bien la humedad.
Podría ser ropa de cama o toallas viejas.
Deberá colocar un trapo seco en el alféizar de la ventana o en el piso para que el agua que gotea del material no estropee el revestimiento.