El gran reto a la hora de limpiar cristales es eliminar las rayas.
Estropean toda la impresión después de la limpieza.
Si utiliza métodos probados, estas deficiencias se pueden evitar.
Existe un método muy simple y eficaz que resultaba muy familiar para las amas de casa soviéticas. Con su ayuda podrás limpiar incluso una ventana increíblemente sucia.
Es necesario diluir 1-2 cucharadas de sal en 250 ml de agua (preferiblemente tibia). Lo importante es que el producto debe estar completamente disuelto.
En la cocina, la situación se complica por el hecho de que quedarán restos de grasa en las ventanas. Necesitarás diluir una cucharada de vinagre y la misma cantidad de gel para platos en dos vasos de agua.
El resultado se notará de inmediato.
Este método es ideal para ventanas extremadamente sucias. Tomar sólo 15 gotas del producto por dos vasos de agua.
No quedará rastro de suciedad ni manchas.
Vale recordar que el producto tiene un olor muy específico, por lo que hay que utilizarlo con precaución, habiendo protegido previamente el sistema respiratorio.