Las mujeres que crecieron en la época soviética saben ahorrar y saben lo que es el déficit. Por lo tanto, estas amas de casa no tendrán preguntas si necesitan preparar una mesa suntuosa con una cantidad mínima de comida.
Tampoco tienen problemas en la vida cotidiana. El caso es que la gente de aquella época sabía que podían arreglárselas con medios improvisados para eliminar cualquier problema.
Muchos hábitos se han arraigado tanto que las amas de casa modernas siguen siendo fieles a ellos incluso ahora, cuando todo ha cambiado. Sin embargo, puedes deshacerte de esos hábitos.
Se trata de una situación en la que las cosas no “desaparecen”, sino que se acostumbran hasta el final. Por ejemplo, cuando una camiseta vieja se convierte en un trapo y así sucesivamente. Sin embargo, ahora es fácil comprar trapos especiales para limpiar suelos. Son baratos y además cumplen perfectamente su función.
Una costumbre de la URSS es cubrirlo con hule para evitar que el mantel se manche. Como resultado, la cocina carece de comodidad y belleza. Cenar en una mesa así no es muy agradable y es poco probable que los invitados quieran volver.
Deben ser razonables. Aún así, cada producto tiene su propia fecha de caducidad.