Las ventanas blancas dan un aspecto limpio y fresco al interior, pero con el tiempo pueden perder su brillo original y adquirir un tinte amarillento.
Por lo tanto, vale la pena recordar algunos métodos caseros efectivos que ayudarán a restaurar el color blanco de las ventanas y devolverles su brillo anterior.
El primer paso para devolver el color blanco a tus ventanas es limpiarlas a fondo de polvo y suciedad. Utilice un cepillo suave o un paño húmedo para quitar el polvo del marco de la ventana y del vidrio. Si es necesario, puedes utilizar un detergente suave diluido en agua para limpiar las manchas más rebeldes.
El vinagre es un excelente remedio casero para tratar las manchas amarillas. Mezcle partes iguales de agua y vinagre y aplique la solución resultante en las áreas amarillas de la ventana con una esponja o un trapo. Deje la solución durante unos minutos, luego enjuague con agua y limpie con un paño seco.
Exprime jugo de limón fresco y aplícalo sobre las manchas con una esponja o un paño. Deje que el jugo penetre en las manchas durante unos minutos, luego enjuague las ventanas con agua y limpie con un paño seco.
Mezcla partes iguales de bicarbonato de sodio y agua hasta obtener una consistencia pastosa. Aplique la pasta en las áreas sucias de la ventana y frótelas suavemente con un paño suave o una esponja. Deja que la pasta actúe unos minutos, luego enjuaga con agua y seca los cristales con un paño seco.
El blanqueador para telas puede ser una herramienta útil para eliminar las manchas amarillas rebeldes en las ventanas. Diluye la lejía en agua en la proporción indicada en el paquete y aplica la solución sobre las manchas con una esponja o un trapo. Deje que la solución penetre en las manchas durante unos minutos, luego enjuague las ventanas con agua limpia y limpie con un paño seco.
Para mantener sus ventanas blancas y frescas, es esencial una limpieza de mantenimiento regular.
Tómese el tiempo para limpiar sus ventanas del polvo, la suciedad y la placa. Utilice paños o esponjas suaves y productos de limpieza adecuados para mantener su brillo en el tiempo.