El tul grisáceo o amarillento volverá a ser blanco como la nieve si utilizas un sencillo truco.
Para esto ni siquiera necesitas blanqueadores especiales. Este método también es bueno porque es adecuado para todo tipo de tul.
1. Para empezar, remoja la cortina en agua fría durante 60 minutos. Importante: el agua debe estar fría, no tibia ni caliente. No es necesario añadir polvos ni otros productos.
La esencia de la acción es eliminar los contaminantes de la superficie. Es principalmente polvo. Si remojas el tul en algo que no sea agua fría, la suciedad penetrará aún más en las fibras.
2. A continuación, el tul se lava con agua (a no más de 30 grados). Si la contaminación es grave, frote el tul con jabón para lavar ropa antes de hacerlo. Después de eso, las cortinas se enjuagan y se envían a la máquina.
3. Después del lavado, comienza la segunda etapa: el blanqueo. Para hacer esto, prepare una solución especial: 5-6 cucharadas. l. sal por 3 litros de agua. El agua debe estar tibia para que sea más fácil disolver la sal.
4. Después de remojar en una solución con sal, pase a la etapa final. La cortina se lava a máquina con 70-100 ml de vinagre (9%). Configure el modo más corto para eliminar la sal, las canas restantes y el polvo.
Es importante actuar sólo en este orden. Entonces el tul literalmente brillará con blancura, como la primera nieve.