La cáscara se volverá más suave y maleable, por lo que el 99% de la pulpa se utilizará para el fin previsto.
Hay muchas situaciones en las que necesitas pelar una manzana. Por ejemplo, esto es lo que prescribe la receta o lo que exige el niño.
Por tanto, hay que coger un cuchillo y quitarle la piel. Pero al mismo tiempo se corta casi el 20% de la pulpa nutritiva.
Sin embargo, existe un viejo truco gracias al cual la piel casi “se desprende” por sí sola. Después de un procesamiento inusual, se volverá más suave, por lo que se puede quitar sin un cuchillo.
El conjunto de acciones es el más sencillo:
1. Antes de pelar, vierta agua hirviendo sobre las manzanas.
2. Luego las frutas se colocan en hielo durante 1-2 minutos.
3. Sacar las manzanas y pelarlas.
Así, la cáscara se desprende más fácilmente, casi toda la pulpa permanece en su lugar, en lugar de ir a la basura.
Aunque las amas de casa celosas no tiran las cáscaras de manzana, sino que preparan kvas, gelatina con ellas o las agregan a la compota.