Resulta que la popular especia se puede utilizar no solo en los platos.
Algunas personas prendieron fuego a varias hojas de laurel directamente en su casa o apartamento. Esto se explica por el olor específico que se desprende durante el proceso.
Dicen que ayuda en diversas situaciones. Este ritual inusual mezclaba supersticiones populares y consejos prácticos.
Si un olor desagradable se ha instalado en su casa, las hojas de laurel ligeramente ahumadas matarán el hedor y llenarán el espacio con un aroma discreto.
La especia humeante tiene un efecto calmante en una persona. En tan solo un cuarto de hora, el estrés disminuye, se produce la relajación y el estado de ánimo mejora.
Si, por ejemplo, hay un ligero dolor de cabeza, entonces la gente no corre al botiquín de primeros auxilios, sino que utiliza hojas de laurel. La especia humeante no aliviará el dolor intenso, pero en casos simples no será peor que un remedio farmacéutico.
Dicen que este truco de alguna manera afecta la relación entre los residentes de una casa o apartamento. Se cree que con el tiempo las personas dejan de pelear y llegan a acuerdos más rápidamente en situaciones controvertidas.
A las hormigas, cucarachas, mosquitos y otros insectos no les gusta el aroma de las hojas de laurel.
En China existe la creencia de que una hoja de laurel humeante puede traer buenas noticias a la casa. La superstición no explica cómo funciona esto, pero la tradición está viva y ha encontrado seguidores no sólo en el Reino Medio.