Si has vivido en un buen hotel o casa de huéspedes, habrás notado que allí las toallas son suaves, esponjosas y da gusto secarse.
Pero por alguna razón son duros en casa, a veces incluso espinosos. Y no hay ningún placer en usarlos.
¿Cómo puede asegurarse de que la toalla de su casa no sea peor que la de un hotel de élite? No es tan difícil.
Solo necesitas conocer algunas características de selección y cuidado.
Elija toallas de pelo largo y grueso, así quedarán esponjosas. También preste atención a la rigidez.
Si el pelo no es demasiado blando al principio, es poco probable que los cuidados cambien la situación.
Toca la toalla. Si se siente como lo desea, cómprelo.
Antes del primer uso, se debe lavar la toalla y luego dejarla secar al aire libre, preferiblemente a la sombra, para que se seque lentamente.
Durante el primer lavado y secado, el material parece adaptarse a las nuevas condiciones. Algunas fibras se debilitan, mientras que otras se contraen y tensan. Además, no te alarmes si tras el primer lavado la toalla encoge un poco, este es un proceso natural.
Si la toalla es inicialmente suave y esponjosa, siempre permanecerá así a menos que se dañe con el lavado. Los hoteles saben cómo comprar y lavar adecuadamente las toallas. Ese es todo el secreto.
- Nunca cargue la lavadora al máximo de su capacidad. Las toallas deben tener espacio para "maniobrar" para que se laven bien. Después de todo, las micropartículas de suciedad restantes endurecen las fibras.
- A la hora de lavar las toallas utilizar gel en lugar del clásico polvo, se disuelve mejor y sus residuos no quedan entre las fibras. Si usa un polvo, elija uno que sea fácil de lavar y que no agregue aspereza.
- No utilizar suavizante. Parece pegar las vellosidades, por lo que adquieren rigidez y algo de espinitud. Pero el vinagre de mesa común ayudará a enjuagar el polvo y suavizar las fibras.
- Utilice secadora. Si tienes un programa específico para toallas, es ideal. En caso contrario, utilice un programa de algodón.
Además, estudie la etiqueta del fabricante para conocer las recomendaciones de lavado. ¡Y asegúrate de seguirlos! Después de todo, las personas a menudo estropean un buen producto simplemente porque no han seguido las instrucciones.