Existen al menos 4 métodos que ayudan al 100% a evitar los callos incluso después de usar zapatos nuevos.
Además, el problema es relevante no sólo para los modelos baratos o los productos de polipiel.
Existen barritas especiales para prevenir la aparición de callos. En apariencia, se parecen a un mini desodorante. Antes de salir de casa, basta con pasar el bastoncillo por las zonas donde suelen rozar los zapatos.
Puede reemplazar la barra con un desodorante sólido normal o un lápiz labial higiénico normal.
El producto funciona según el mismo principio que el desodorante. Pero el jabón se usa para frotar las áreas de los zapatos que causan molestias al caminar.
El producto suaviza perfectamente la superficie del cuero. Simplemente humedezca un algodón y aplíquelo en el área que está frotando su pierna. El vinagre es seguro para la piel, pero hay que tener cuidado con la polipiel.
Uno de los motivos de la aparición de callos puede ser la sudoración de los pies. Elimina el problema con talco o refresco. Se trata la superficie interna del zapato o pierna y se elimina el exceso.