Los carteles populares dan una interpretación clara de por qué no se deben matar las arañas que viven en casas y apartamentos.
Además, los cristianos también tienen una razón para no masacrar a estos artrópodos.
La araña se ha asociado durante mucho tiempo con la suerte y la sabiduría. Los antepasados creían que en una casa donde aparecían arañas reinaba la prosperidad y la felicidad.
Además, la gente creía que si había una telaraña colgada en una casa, entonces toda la energía negativa del exterior chocaría con las redes y se quedaría atrapada en ellas.
Existe la creencia de que María y José con el niño Jesús se escondían de las represalias de los secuaces del rey Herodes. Se cree que las arañas tejieron una red que ayudó a desviar a los soldados del rastro de los padres del Mesías.
Por lo tanto, hay una señal de que los creyentes no deben matar a las arañas que salvaron de la muerte a los padres y al pequeño Cristo. Quienes violen la advertencia se enfrentarán a una serie de fracasos. Es especialmente peligroso matar una araña pequeña; esto provocará problemas con los niños.
Sin embargo, no es necesario convivir con arañas. Los artrópodos pueden simplemente liberarse afuera y se harán un nido debajo del techo o en la hierba.