Muchas amas de casa se enfrentan a una situación en la que sus toallas favoritas se vuelven duras como la corteza de roble.
Pero las amas de casa ahorrativas nunca tienen prisa por tirar esos productos. Primero intentan “reanimarlos” con remedios caseros.
Las amas de casa tienen varios métodos en su arsenal que ayudarán a devolver las toallas a su apariencia original.
Coloca las toallas en un recipiente, vierte 250 ml de acondicionador y luego agrega suficiente agua para cubrir completamente las prendas. Las toallas se remojan durante 60 minutos y luego se lavan en una máquina.
Se añade vinagre durante el proceso de enjuague en la lavadora en lugar de suavizante.
Pero en este caso se inician dos ciclos de aclarado: el primero con vinagre en lugar de acondicionador, el segundo con agua o con el añadido de cualquier producto suave.
El producto se mezcla con polvo. Añade 60 g de refresco por lavado. Este producto de cocina ayuda a eliminar la grasa y la suciedad, que muchas veces son la causa de las durezas.
Pero los beneficios de los refrescos no terminan ahí. El producto elimina el olor a humedad que a veces aparece durante el almacenamiento prolongado de textiles.
Esta opción se considera una de las más populares. En este caso, el detergente en polvo se mezcla con sal: 3 cucharadas. l. para un lavado.
Cuando se lava a mano, se agrega sal durante el enjuague. Por 1 litro de agua utilice 1 cucharada. l. medio. Tanto la sal de cocina como la marina son adecuadas.