Los lindos ositos de peluche, gatitos y elefantes eventualmente se convierten en un verdadero montón de polvo.
Parecería que no hay nada difícil en limpiar los peluches: simplemente tírelos al tambor de la lavadora, luego séquelos bien y ahora estarán como nuevos.
Sin embargo, este consejo no funciona para todas las “fuentes de alegría de los niños”.
Por ejemplo, es absolutamente inadecuado para aquellos productos que deleitan a sus propietarios con música alegre o cantos melodiosos: después de pasar un tiempo en una lavadora o en un recipiente lleno de agua, es seguro que las pilas fallarán.
¿Qué hacer en tal situación?
La respuesta es simple: el bicarbonato de sodio vendrá al rescate en el proceso de limpieza de juguetes musicales blandos.
Basta con verter 3-4 cucharadas de refresco en una bolsa hermética y colocar en ella un animal de peluche o peludo.
Asegúrate de que los bordes de la bolsa estén bien atados y luego agítala con eficacia varias veces para que el polvo blanco cubra uniformemente el juguete. Debes dejarlo así durante 30-40 minutos, y luego debes sacudir el refresco y podrás volver a idear una variedad de juegos con tu fiel y suave "amigo".