Mucha gente coloca un cartón de leche en la puerta de su frigorífico.
Parecería que este es el lugar más adecuado para instalar botellas y bolsas.
Sin embargo, las amas de casa experimentadas siempre intentan colocar un recipiente con una bebida láctea en uno de los estantes del refrigerador.
Y este enfoque tiene una explicación sencilla: guardar un biberón en la puerta puede hacer que la leche se eche a perder rápidamente.
Esta sección del dispositivo de refrigeración tiene un serio inconveniente: las fluctuaciones constantes de temperatura.
Cuando se abre la puerta, la comida del interior se libera al calor. Una vez cerrada la puerta, los alimentos y bebidas se vuelven a enfriar.
Este contraste afecta negativamente a la leche. El producto comienza a deteriorarse más rápido.
Por la misma razón, no conviene guardar huevos en la puerta del frigorífico.
Está claro que estamos hablando de productos que soportan los cambios de temperatura.
Puede colocar de forma segura botellas de agua mineral o refrescos dulces en la puerta. Y también packs de salsas.
Por cierto, la puerta del frigorífico es un lugar excelente para guardar mantequilla: el producto se ablanda más rápido.