Algunas personas consiguen mantener su hogar perfectamente limpio en cualquier época del año.
Puedes visitarlos de repente, pero no correrán frenéticamente con un trapo para restablecer el orden superficial.
En lugar de eso, pondrán la tetera a hervir y tal vez tengan tiempo para preparar galletas u otras delicias. Hay varias reglas que guían a estas personas.
Estas personas no sólo lavan sus pisos, sino que sus cosas están en su lugar. Cuando hay ropa, juguetes, libros y otras cosas esparcidas por la casa, esto no crea una sensación de comodidad. Al contrario, hay una sensación de caos y caos.
Estos propietarios están atentos a cada detalle. Si algo miente o está mal colocado, lo corrigen inmediatamente o lo ponen en su lugar. Estas acciones se han convertido en un hábito, por lo que se realizan de forma casi automática.
Una de las reglas principales es que es mejor hacer una pequeña acción que tomará entre 5 y 10 minutos que pasar todo el día haciendo una limpieza general. Estas personas se aseguran de lavar los platos después de cada comida.
Todos los días se toman unos minutos para limpiar un estante o una mesa.
Estas personas no se esfuerzan por acumular cosas con el pretexto de que "podría resultar útil". El verdadero orden sólo se puede lograr si una persona está rodeada únicamente de cosas verdaderamente necesarias.
Los propietarios colocan en él cosas que rara vez se utilizan o que no se utilizan en absoluto. No se desechan inmediatamente, sino que simplemente se garantiza que es mejor tirarlos, regalarlos o venderlos.