Mucha gente sabe que las velas ahuyentan las desgracias y protegen de la negatividad.
Sin embargo, según los carteles, está prohibido regalar velas. Según las leyendas, pueden traer fracasos, problemas, enfermedades e incluso la muerte a sus dueños.
La gente creía que si una vela huele mal y humea, entonces hay que apagarla. Pero estaba prohibido apagarlos.
Una vela así se apagó con agua y luego se sacó rápidamente de la casa. Se creía que una vela así estaba hechizada por la desgracia.
Según otra superstición, no se pueden encender velas una detrás de otra. Esta acción trae la pobreza al hogar.
Si una vela se apagaba sin motivo o se caía, a los dueños de la casa les esperaban noticias desagradables. Una vela con llama azul promete problemas.
Según las creencias, se pueden regalar velas a las personas más cercanas a quienes una persona desea sinceramente lo mejor. Pero no deberían estar hechos de cera.