Un frigorífico no es sólo un lugar para guardar alimentos y bebidas, sino también un electrodoméstico versátil que puede utilizarse para muchos otros fines.
Vale la pena recordar 8 formas inusuales de utilizar un frigorífico.
El frigorífico puede ser un excelente lugar para guardar cosméticos y medicamentos, especialmente durante los calurosos meses de verano. Las cremas y lociones refrigeradas pueden reducir la hinchazón y calmar la piel, y almacenar los medicamentos en el refrigerador puede aumentar su vida útil.
En verano a muchas personas les cuesta conciliar el sueño debido al calor. Un refrigerador puede ayudar a resolver este problema manteniendo frescas las almohadas y las mantas antes de acostarse.
Se pueden colocar almohadas pequeñas e incluso colchones en el frigorífico durante unos minutos para que se enfríen y proporcionen un sueño más confortable.
La vida útil de las flores se puede aumentar colocándolas en un lugar fresco. Es mejor guardar flores como las rosas en el refrigerador en agua para evitar que se marchiten rápidamente.
Los barnices y pinturas se guardan mejor en el frigorífico para evitar que se endurezcan y se estropeen. Esto es especialmente importante en climas cálidos donde las pinturas pueden perder rápidamente sus propiedades debido a las altas temperaturas.
Si tus aparatos electrónicos se calientan demasiado, puedes colocarlos en el refrigerador durante unos minutos para que se enfríen. Pero asegúrese de apagar todos los dispositivos electrónicos antes de colocarlos.
En los juguetes de peluche de los niños se pueden acumular bacterias y diversos contaminantes. Mucha gente sabe que las altas temperaturas pueden matar los gérmenes. ¿Pero no deberían utilizarse las bajas temperaturas para estos fines? Si colocas juguetes en el congelador durante varias horas, la mayoría de los gérmenes morirán.
Si tus zapatos huelen mal, puedes meterlos en una bolsa y guardarlos en el frigorífico durante la noche. El aire frío ayudará a reducir los olores y matar las bacterias. Por supuesto, los zapatos deben estar empaquetados previamente en una bolsa sellada.
Una compresa fría puede ayudar con esguinces, hematomas y otras lesiones. Puedes crear una compresa fría colocando una toallita o un paño húmedo en una bolsa y colocándola en el congelador durante unos minutos.