Los antepasados creían que un reloj está estrechamente relacionado con la casa en la que se encuentra o con la persona que lo lleva.
No en vano existe la tradición de transmitir armarios de relojes o accesorios de muñeca completos de generación en generación.
Pero a veces el problema es que el producto está irremediablemente roto. Es imposible reparar el reloj, así que solo queda tirarlo. Pero aquí también hay algunos matices.
Las señales dicen claramente que un reloj roto no debe guardarse en casa. Las creencias dicen que de esta manera una persona bloquea la felicidad, el flujo financiero e incluso puede causar enfermedad o la muerte.
Sin embargo, las señales no dan consejos específicos sobre qué hacer con el reloj del que una persona quiere deshacerse. Una de las opciones dignas es transmitirlo por herencia. Pero el problema puede ser que el artículo esté muy anticuado o haya perdido su apariencia presentable.
El reloj se puede llevar a un taller o empresa especializada, donde el artículo será desmontado y utilizado para reparar otros productos. Si el reloj es antiguo, primero hay que mostrárselo a los coleccionistas.