En muchos hogares hay elegantes cortinas de tul que aportan ligereza y comodidad al interior.
Sin embargo, el tejido requiere un cuidado especial.
Es posible que el lavado tradicional no pueda soportar la cantidad de polvo que suele estar presente en este tipo de cortinas.
Como regla general, en tales situaciones se prepara una solución especial con un alto contenido de sal: por cada litro de agua, se toma un vaso del producto.
Una vez que la sal se haya disuelto por completo, debes dejar las cortinas en el recipiente durante dos horas. Luego, las cortinas se pueden enjuagar y enviar a secar.
Este producto solucionará perfectamente las manchas incluso si las cortinas ya han cambiado de color a gris.
Deberá disolver un poco de jabón en agua y agregar una cucharada de refresco. El líquido debe estar tibio.
Las cortinas se colocan en la solución durante un par de horas. Posteriormente será necesario limpiarlos del producto mediante enjuague.
Esta herramienta tiene una ventaja significativa sobre otros métodos: tardará mucho menos en funcionar. Vierta una cucharada de amoníaco y el doble de peróxido en un recipiente con agua.
Después de 30 minutos, las cortinas estarán listas para enjuagar.