Una especia favorita que se agrega a los platos para darle sabor y ayudará a resolver un problema urgente en la cocina.
Las amas de casa y los propietarios con visión de futuro están acostumbrados a conservar al menos una pequeña reserva de diversos cereales. También se les añade pasta y harina.
Pueden surgir problemas durante el almacenamiento prolongado de estos productos. Nadie está a salvo de la aparición de insectos en la cocina, por lo que las amas de casa prudentes toman medidas con antelación.
Esta especia se encuentra en casi todas las cocinas. Pero no todas las amas de casa saben que las hojas de laurel previenen la aparición de chinches de cereales.
Se colocan una o más hojas en el cereal, según el tamaño del recipiente. El olor a laurel repele las plagas, pero no afecta el sabor del cereal.
La especia también ayuda a proteger la harina de "invitados no invitados". El principio es el mismo: las hojas se colocan en el embalaje o recipiente en el que se almacena el producto.