Las manzanas son frutas que nos resultan familiares.
Son sabrosos, saludables y son un excelente refrigerio. Además, se pueden añadir a postres y elaborar mermeladas y compotas.
Por eso, cualquier ama de casa que haya cosechado frutos quiere conservarlos durante mucho tiempo para tener tiempo de preparar todo lo que ha planeado.
Pero pocas personas saben que las manzanas deben almacenarse por separado de ciertos productos.
Es que durante el proceso de maduración se forma en ellos etileno, lo que provoca una maduración más rápida de los frutos que se encuentran cerca. Como resultado, maduran demasiado y se pudren.
Hablamos de limón, melocotón, albaricoque, pera, uva, plátano, mango y aguacate.
El rápido deterioro de las manzanas puede deberse a la proximidad a las frutas en el frigorífico, que también producen mucho etileno. Suelen ser tomates, melones, patatas.