Si tiene prisa por ir al trabajo o a una reunión importante, se descubre un defecto en la ropa, es mejor quitarse la prenda y luego arreglarla.
En la antigüedad, la gente creía que coserse ropa no era bueno. Hay dos advertencias sobre este tema.
Un antiguo cartel advierte: “No puedes coserte a ti mismo, de lo contrario coserás un recuerdo”. Las personas supersticiosas creen que una persona puede olvidar algo importante en el momento más inoportuno.
La creencia también se aplica a la costura de botones y al zurcir telas. Las señales dicen que de esta manera una persona puede perder la cabeza.
Otra creencia se basa en el hecho de que en la antigüedad la aguja de coser estaba dotada de poderes mágicos. La gente creía que podía proteger a una persona del mal y los problemas.
El letrero dice que al coserse algo, una persona dirige la energía negativa en la dirección equivocada, lo que conlleva problemas en la vida.