Para que un sofá, otomana o sillón dure el mayor tiempo posible, después de comprarlo, debes estudiar detenidamente las instrucciones de cuidado incluidas.
Pero a veces sucede que el fabricante, por razones que sólo él conoce, no compartió esta información o el recibo se perdió hace mucho tiempo.
Por tanto, si estás pensando en qué método y medio elegir para limpiar muebles tapizados, la tapicería te ayudará a tomar la decisión correcta.
Por lo tanto, para sofás de polipiel y cuero ecológico liso, es adecuada la limpieza en húmedo. Puedes eliminar la suciedad con un paño empapado en agua o solución jabonosa.
Por cierto, esta misma opción es adecuada para cuero genuino.
Pero la tapicería de tela, por el contrario, debe limpiarse en seco.
A pesar de la similitud externa del terciopelo, el terciopelo y la felpa, existe una diferencia significativa en su cuidado. La diferencia es que el terciopelo tolera bien la limpieza con una aspiradora, mientras que el terciopelo y el terciopelo comienzan a perder pelusa y “se quedan calvos” con el tiempo.
Si hablamos de tapizados adhesivos (flocados), no conviene utilizar alcohol ni otros disolventes para limpiarlos.
Finalmente, para un material tan popular como el jacquard, puedes utilizar una solución jabonosa. La chenilla se limpia con productos químicos.