El cabello siempre ha sido tratado con especial reverencia.
Los antepasados creían que el cabello está dotado de la energía humana y también es su conexión con el mundo exterior.
Se prestó especial atención al corte de pelo. Las supersticiones populares dicen que no a todo el mundo se le debería permitir tocarse el pelo.
Por ejemplo, los parientes cercanos no pueden cortarse el pelo entre sí.
Si, por ejemplo, un niño ayuda a su madre o a otro familiar con su cabello, esto significa que está acortando su vida. Además, solían creer que cortándole el pelo a su hija, una madre podía quitarle la felicidad femenina.
Tampoco deberías cortarte el pelo tú mismo.
Este procedimiento deforma su propio campo energético. Esto puede provocar problemas en la vida y también reducir el tiempo que una persona pasa en la tierra.
Además, conviene elegir cuidadosamente al especialista. Es importante recordar que cada persona tiene su propia aura, que puede ofender a los demás.