Mantener la limpieza y el orden constante es lo más difícil en la cocina. Aquí algo hierve, fríe, burbujea y salpica constantemente.
Si no limpia las manchas a tiempo, se secan y se cubren de polvo, lo que complica la limpieza y obliga a utilizar productos químicos domésticos.
En los viejos tiempos, la gente de alguna manera se acostumbraba a prescindir de él y no resultaba peor.
Te contamos qué remedios caseros te ayudarán a afrontar el hollín y los depósitos de grasa en la cocina.
Los fabricantes modernos ofrecen una gran cantidad de productos para proteger la placa de salpicaduras. Estos incluyen tapetes de silicona y láminas ordinarias.
Pero así no será posible cubrir toda la cocina.
La opción más fácil y económica para eliminar las manchas que amenazan con volverse difíciles es utilizar limón común y bicarbonato de sodio.
Para preparar la composición, toma el jugo de un limón. La proporción de ingredientes es 1:1,5, donde el primer valor es jugo y el segundo es refresco.
Simplemente mezcle los componentes, aplíquelos sobre una servilleta o esponja y comience a tratar la superficie manchada.
El remedio popular se adapta bien a las manchas viejas como si estuvieran frescas, pero al mismo tiempo sus restos se eliminan fácilmente.