Los huevos son un producto barato y sabroso que satura perfectamente el cuerpo con elementos útiles y sacia la sensación de hambre durante mucho tiempo.
Pero sucede que cuando rompes un huevo en una sartén, puedes notar una mancha roja en la yema.
Naturalmente, su apetito puede desaparecer inmediatamente.
Algunos incluso creen que esto es evidencia de que el producto no es del todo de alta calidad. Algunas personas dicen que no se pueden comer esos huevos.
Pero no hay por qué tener miedo.
Primero necesitas entender el problema.
El hecho es que esto es solo un coágulo de sangre que aparece durante la formación de la yema.
La presencia de estas manchas no significa en absoluto que el pollo se sienta mal. Esto suele ser un accidente causado por una predisposición genética o una deficiencia de vitaminas en el cuerpo del ave.
El defecto no supone ningún peligro para la salud humana y no afecta al sabor del producto.