El trigo sarraceno, el arroz y la cebada perlada tienen una larga vida útil.
En un lugar seco y fresco, estos productos pueden durar entre un año y medio y dos.
Sin embargo, en ocasiones los cereales dejan de ser aptos para el consumo mucho antes.
Estamos hablando de una situación tan común como es la aparición de polillas alimenticias.
Para evitar que insectos peligrosos afecten sus alimentos, debe utilizar una especia popular.
Cerca de las bolsas de cereal hay que dejar unas cuantas bolsas de clavo molido.
El aditivo tiene un olor muy brillante. Además, contiene compuestos que en realidad son insecticidas. Por ejemplo, eugenol.
La especia puede estar en una bolsa de tela o en un paquete de papel.
La presencia de un agente protector de este tipo es una garantía de que las polillas alimentarias no aparecerán en el armario durante mucho tiempo y "atacarán" los productos.
El efecto del uso de clavo molido durará al menos 3 meses. Pero normalmente los cereales adquieren protección a los 6 meses.